12 agosto 2013

Porqué / porque / por qué / por que

  Es un sustantivo masculino que equivale a causa, motivo, razón, y se escribe con tilde por ser palabra aguda terminada en vocal. Puesto que se trata de un sustantivo, se usa normalmente precedido de artículo u otro determinante:
  No comprendo el porqué de tu actitud [= la razón de tu actitud].
  Todo tiene su porqué [= su causa o su motivo].
  Como otros sustantivos, tiene plural:
  Hay que averiguar los porqués de este cambio de actitud.
  b) por qué
  Se trata de la secuencia formada por la preposición por y el interrogativo o exclamativo qué (palabra tónica que se escribe con tilde diacrítica para distinguirla del relativo y de la conjunción que)Introduce oraciones interrogativas y exclamativas directas e indirectas:
  ¿Por qué no viniste ayer a la fiesta?
  No comprendo por qué te pones así.

  ¡Por qué calles más bonitas pasamos!
  Obsérvese que, a diferencia del sustantivo porqué, la secuencia por qué no puede sustituirse por términos como razón, causa o motivo.
  c) porque
  Se trata de una conjunción átona, razón por la que se escribe sin tilde. Puede usarse con dos valores:
  • Como conjunción causal, para introducir oraciones subordinadas que expresan causa, caso en que puede sustituirse por locuciones de valor asimismo causal como puesto que o ya que:
  No fui a la fiesta porque no tenía ganas [= ya que no tenía ganas].
  La ocupación no es total, porque quedan todavía plazas libres [= puesto que quedan todavía plazas libres].
  También se emplea como encabezamiento de las respuestas a las preguntas introducidas por la secuencia por qué:
  —¿Por qué no viniste? —Porque no tenía ganas.
  Cuando tiene sentido causal, es incorrecta su escritura en dos palabras.
  • Como conjunción final, seguida de un verbo en subjuntivo, con sentido equivalente a para que:
  Hice cuanto pude porque no terminara así [= para que no terminara así].
  En este caso, se admite también la grafía en dos palabras (pero se prefiere la escritura en una sola):
  Hice cuanto pude por que no terminara así.
  d) por que
  Puede tratarse de una de las siguientes secuencias:
  • La preposición por + el pronombre relativo que. En este caso es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto (el que, la que, etc.):
  Este es el motivo por (el) que te llamé.
  Los premios por (los) que competían no resultaban muy atractivos.
  No sabemos la verdadera razón por (la) que dijo eso.
  • La preposición por + la conjunción subordinante que. Esta secuencia aparece en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen un complemento introducido por la preposición por y llevan además una oración subordinada introducida por la conjunción que:
  Al final optaron por que no se presentase.
  Están ansiosos por que empecemos a trabajar en el proyecto.
  Nos confesó su preocupación por que los niños pudieran enfermar.
[Véase el Diccionario panhispánico de dudas, s/v porque y porqué].

Tilde en qué, cuál/es, quién/es, cómo, cuán, cuánto/a/os/as, cuándo, dónde y adónde

  ¿Qué ha dicho?
  ¡Con qué seriedad trabaja!
  ¿Con cuál se queda usted?
  ¿De quién es esto?
  ¡Cómo ha crecido este niño!
  ¡Cuán bello es este paisaje!
  ¿Cuántos han venido?
  ¿Hasta cuándo os quedáis?
  ¿Adónde quieres ir?
  También introducen oraciones interrogativas o exclamativas indirectas, integradas en otros enunciados:
  Ya verás qué bien lo pasamos.
  Le explicó cuáles eran sus razones.
  No sé quién va a venir.
  No te imaginas cómo ha cambiado todo.
  La nota indica cuándo tienen que volver.
  Voy a preguntar por dónde se va al castillo.
  Además, pueden funcionar como sustantivos:
  En este trabajo lo importante no es el qué, sino el cuánto.
  Ahora queda decidir el cómo y el cuándo de la intervención.
  Sin embargo, cuando estas mismas palabras funcionan como adverbios o pronombres relativos o, en el caso de algunas de ellas, también como conjunciones, son átonas (salvo el relativo cual, que es tónico cuando va precedido de artículo) y se escriben sin tilde:
  El jefe, que no sabía nada, no supo reaccionar.
  Esta es la razón por la cual no pienso participar.
  Ha visto a quien tú sabes.
  Cuando llegue ella, empezamos.
  ¿Estás buscando un lugar donde dormir?
  No dijo que estuviese en paro.
  ¡Que aproveche!
  Aunque los relativos, presenten o no antecedente expreso, son normalmente átonos y se escriben sin tilde, hay casos en que pueden pronunciarse tanto con acento prosódico como sin él. Esta doble posibilidad se da cuando los relativos introducen subordinadas relativas sin antecedente expreso, siempre que el antecedente implícito sea indefinido y tenga carácter inespecífico (una persona, alguien, algo, algún lugar, nadie, nada, etc.). Esto ocurre cuando la oración de relativo sin antecedente depende de verbos como haber, tener, buscar, encontrar, necesitar, etc., que admiten complementos indefinidos de carácter inespecífico. En estos casos es aceptable escribir el relativo tanto con tilde, reflejando la pronunciación tónica, como sin ella, representando la pronunciación átona.
  El problema es que no hay con qué/que alimentar a tanta gente.
  Ya ha encontrado quién/quien le quiera y no necesita nada más.
  Buscó dónde/donde sentarse, pero no había asientos libres.
  No tenía cómo/como defenderse de las acusaciones.

http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000018.nsf/(voAnexos)/arch8100821B76809110C12571B80038BA4A/$File/CuestionesparaelFAQdeconsultas.htm#ap26

Palabras clave o palabras claves, copias pirata o copias piratas

  Es decir, tanto palabras clave o copias pirata como palabras claves o copias piratas son expresiones posibles y correctas. En el primer caso, clave y pirata están funcionando como sustantivos en aposición y no adoptan la marca de plural. En el segundo, están funcionando como adjetivos plenos (con el sentido de ‘fundamental’, en el caso de clave, y de ‘ilegal o no autorizado’, en el caso de pirata), de ahí que adopten la marca de plural en consonancia con el sustantivo plural al que modifican.

Dobles participios: imprimido/impreso, freído/frito, proveído/provisto

  Hemos imprimido veinte ejemplares / Habían impreso las copias en papel fotográfico.
  Nos hemos proveído de todo lo necesario / Se había provisto de víveres abundantes.
  Las empanadillas han de ser freídas dos horas antes / Nunca había frito un huevo.
  No debe asimilarse el caso de estos participios verbales irregulares con el del nutrido grupo de adjetivos procedentes de participios latinos, como abstracto (del latín abstractus, participio de abstrahere), atento (del lat. attentus, part. de attendere), confuso (del lat.confusus, part. de confundere), correcto (del lat. correctus, part. de corrigere), contracto (del lat. contractus, part. de contrahere),tinto (del lat. tinctus, part. de tingere), etc. Algunas de estas formas pueden haber funcionado como participios verbales en épocas pasadas del idioma, pero hoy funcionan solamente como adjetivos y, por lo tanto, no se usan en la formación de los tiempos compuestos ni de la voz pasiva de los verbos correspondientes (no se dice *Han contracto matrimonio o *Son correctos por el profesor, sino Han contraído matrimonio o Son corregidos por el profesor). Por lo tanto, la consideración de estos verbos como «verbos con doble participio» carece de justificación gramatical.

¿Habemos?

  USOS INCORRECTOS:
  • En la lengua culta actual, la primera persona del plural del presente de indicativo del verbo haber es hemos, y no la arcaicahabemos, cuyo uso en la formación de los tiempos compuestos de la conjugación es hoy un vulgarismo propio del habla popular que debe evitarse en el habla culta; así, no debe decirse: Habemos visto a tu hermano, sino Hemos visto a tu hermano.
  • También debe evitarse en el habla culta el uso de habemos con el sentido de ‘somos o estamos’, puesto que el verbo haber, cuando se emplea para denotar la presencia o existencia de personas o cosas, es impersonal y, como tal, se usa solo en tercera persona del singular: Hay pocos solteros en el pueblo; Había tres personas en la habitación. Por lo tanto, si quien habla desea incluirse en la referencia, no debe emplear el verbo haber en primera persona del plural, como se hace a veces en el habla popular, recurriendo, para el presente de indicativo, a la forma habemos: Habemos pocos solteros en el pueblo, Habemos tres personas en la habitación; debe decirse Somos pocos solteros en el pueblo, Estamos tres personas en la habitación.
  [Más información en el Diccionario panhispánico de dudas, s/v haber4]
  USO CORRECTO: