“El proceso de
lectura: de la teoría a la práctica”.
Diferencias entre las concepciones de la Lectura como:
CONJUNTO
DE HABILIDADES
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PROCESO
INTERACTIVO
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PROCESO
TRANSACCIONAL
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M. E. Dubois sostiene que, desde una
mirada tradicional de
la enseñanza de la lectura, la misma se entiende como conjunto de
habilidades.
Esta teoría estaba menos interesada
en explicar el proceso que en resolver problemas derivados de su aprendizaje.
Esta concepción presenta las
siguientes características:
-la lectura es un proceso divisible
en sus partes componentes;
- la comprensión es tan sólo una de
esas partes;
- el sentido de la lectura está en
el texto;
- el lector es ajeno al texto y su
papel se reduce a extraer el sentido del mismo;
-todo el sentido está en el texto(
lector pasivo-texto activo)
Este modelo teórico supone que la
lectura es algo divisible, la comprensión es una de sus partes.
El lector es ajeno al texto, se
limita a extraer el sentido del texto a través de cuatro niveles:
1. Decodificar: reconocimiento de palabras.
2. Comprender: comprensión.
3. Relacionar: reacción o respuesta emocional.
4.
Evaluar: asimilación.
Para este modelo de
enseñanza de la lectura, lo más importante era trabajar la habilidad para
decodificar (sílabas y letras) y el reconocimiento de palabras.
Se hacía hincapié
en las destrezas inherentes al proceso de lectura: el esquema corporal, la
direccionalidad, la lateralidad, la coordinación óculo( manual, la
orientación espacio – temporal), y la estabilidad emocional.
Se creía que el
niño, al dominar las habilidades básicas, lograría integrarlas como un todo.
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Surge a finales de la década del setenta, con el avance de
la Psicolingüística y de la Psicología Cognitiva, comienza a surgir lo que se
ha denominado como “enfoque interactivo de la lectura”.
El mayor exponente psicolingüístico
de esta teoría fue K. Goodman (1982).
Esta
teoría presenta las siguientes características:
- la
lectura es un proceso indivisible y global;
- leer es
comprender;
- el
lector construye el sentido del texto al interactuar con él;
- la
experiencia previa del lector ocupa un lugar fundamental en la
construcción
del sentido;
- el
sentido del mensaje escrito no está en el texto sino en la mente del autor y
del lector.
Dentro de
esta concepción se destaca el papel activo que cumple el lector en el proceso
de la lectura.
Goodman
afirma que el significado es aquello con lo cual el autor comienza cuando
escribe y es lo que el lector debe construir cuando lee.
Esa
construcción del sentido se lleva a cabo a través del uso que hace el lector
de la información:
·
La grafofónica: incluye
todas las convenciones ortográficas y la compleja red de relaciones entre la
representación gráfica y fonológica del lenguaje.
·
La sintáctica: comprende las
reglas que gobiernan el orden de los elementos lingüísticos, sin el cual no
sería posible obtener significado.
·
La semántica: incluye los
conceptos expresados a través de determinado vocabulario.
El enfoque
interactivo se vio además enriquecido por el aporte de los procesos de los
psicólogos constructivistas que se aplicaron al estudio del papel que juega
en la lectura la experiencia previa del sujeto.
Para ello
se retomó el concepto de “esquemas”, según Rumelhart (1980), donde es una estructura de datos que representa
los conceptos genéricos archivados en la memoria.
Hay esquemas que representan nuestro conocimiento acerca de todos los
conceptos, los que subyacen a los objetos, eventos, secuencias de eventos,
acciones y secuencias de acciones.
Un esquema contiene, como parte de su especificación, la red de
interrelaciones que mantienen entre sí las partes constitutivas del concepto
en cuestión.
¿Cómo los maestros
pueden activar? A través del proceso psicolingüístico (asociación de
pensamiento y lengua). Tienen que ser motivados, analizando el título, darle
el significado al tema de la lectura. ¿Por qué y para qué leo?
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Pertenece a la concepción reciente
de lectura, que proviene de la teoría literaria y fue desarrollada por L.
Rosenblatt (1978), con el nombre de “teoría transaccional”.
Dicha
autora entiende que el término “transacción” indica una relación doble,
recíproca, entre el lector y el texto.
Se toma en
cuenta, además, el momento y las circunstancias particulares en las que
ocurre la lectura.
Esta teoría presenta las siguientes
características:
-el texto es menos
un objeto que un potencial que es actualizado durante el acto de lectura;
-el lector y el
texto surgen a partir del acto de lectura, y se transforman mutuamente;
-el texto se concibe
como un “sistema abierto”: posee un significado potencial que es actualizado
por el lector a través de la construcción de un texto paralelo, estrechamente
relacionado con el editado, pero no idéntico.
Esto se debe a que
el lector construye el significado del texto en base a sus inferencias y
referencias, atribuyéndole un sentido personal.
El lector puede
asumir dos tipos de posturas frente a un texto:
ü La estética: el lector permanece absorto en lo que piensa y siente
durante el acto de lectura.
ü La eferente: la atención del lector está centrada en lo que puede
extraer o retener después del acto de lectura.
En el modelo
transaccional estos dos tipos de lecturas son coordinadas, es decir,
paralelas.
En la medida en que el lector comienza a
transactuar con el texto se produce la adopción de uno de los dos tipos de
lectura.
La comprensión, por lo tanto, va a surgir de
la compenetración del lector en el texto.
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