02 junio 2012

Curiosidades ortográficas


No es lo mismo ser un buen físico-químico que ser un químico con buen físico.
Si una coz es una patada, ¿un niño precoz será el que se encuentra en el estado previo a descargar sobre otra persona la fuerza de sus pernas?
Si tengo una cita y me equivoco ligeramente con la hora, ¿cometo una equivocación cita?
No es lo mismo ver ATC por televisión, que pedirle a alguien: “Átese para ver televisión”
No es lo mismo ser gloriosa que llamarse Gloria y ser una osa.
No es lo mismo llorar por la pérdida definitiva de una mujer, que porque la mujer está perdida definitivamente.
No es lo mismo estarle yendo a decir algo, que estar leyendo algo para decirle.
No es lo mismo hablar de las hebras de la vida que de la vida de las cebras.
No es lo mismo decir que hay firmeza que: “Firme esa ahí”
No es lo mismo decir que él tuvo frío que el tubo se enfrió.
No es lo mismo decir que el turbo es lento que decir que es turbulento.
No es lo mismo pedirle a alguien que sea tranquilo que decirle que trabaje sereno.
Es muy distinto jugar al baloncesto que jugar al balón con los de sexto.
¿Nonagésima será la abuela a la que tuvieron la ocurrencia de poner de nombre Gésima?
Si un día te crecen alas y mientras subís por el aire te preguntás qué estás haciendo, decite simplemente: “Asciendo”
Si tener exclusividad es ser exclusivo, y expresarse bien es ser expresivo, ¿llevar bien el compás será “ser compasivo”?


En: “El puente de la ortografía”, 1991,  Santillana.

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