10 julio 2011

La teoría apoyando la práctica: leyendo a Hugo Salgado

“El aprendizaje ortográfico en la Didáctica de la escritura”
Hugo Salgado.1997. Buenos Aires. Editorial: AIQUE
Estudiantes 4º B: Machado Claudia, Olivera Eloisa, Sarasúa Fany
Asignatura: “Lengua y su enseñanza”. Profesora: Mary Farias.

INTRODUCCIÓN:

El presente trabajo es el resultado esquemático de la lectura del Libro “El aprendizaje ortográfico en la Didáctica de la escritura”, de Hugo Salgado, que responde a la propuesta de la docente de Lengua y su enseñanza, Prof. Mary Farías.
El libro aborda el conocimiento ortográfico propuesto por los tradicionales lineamientos curriculares y concibe a la enseñanza de la correcta grafía como segmento indispensable en la enseñanza de la lengua escrita. Desde esta perspectiva, bosqueja una Didáctica de la Ortografía que ofrece a los docentes nuevas estrategias para resolver los problemas que presentan los alumnos en el uso adecuado de la ortografía.
Desarrolla cinco subtemas:
• algunas consideraciones generales sobre lo que tradicionalmente se ha venido haciendo en la enseñanza de la escritura.
• lo que podría llegar a ser una nueva concepción de su aprendizaje.
• el problema que plantea el uso de grafemas y las actividades que pueden favorecer su aprendizaje, teniendo en cuenta la selección y organización de los contenidos.
• los aspectos anteriores relacionados con el aprendizaje de la acentuación ortográfica.
• el aprendizaje de los diversos signos de puntuación y entonación.


I. IDEAS PREVIAS

La concepción tradicional de la enseñanza de la ortografía se sustentaba en la preocupación del escribiente, limitando su expresión. Sabía ortografía quien producía un texto escrito sin error.
Se contradecían dos posturas: postura academicista, asentada en la ortografía convencional y la laissez faire basada en la libre expresión.
La selección de los contenidos se caracterizaba por ser acumulativa en cuanto a las informaciones brindadas y repetitivas ya que favorecía la memorización de dichas informaciones.
Las estrategias didácticas utilizadas eran: copia de modelos a la vista, el niño descubría en el modelo la estructura convencional y la transfería a sus producciones. Repetición de modelos a la vista, consistía en fijar la ortografía convencional y no volver a cometer el mismo error. Copia al dictado, pretendía una producción escrita coincidente con las normas de usos convencionales.
Esta concepción no tuvo consecuencias ventajosas para el proceso enseñanza-aprendizaje, es así que surge la concepción de la post-ocupación.

II. HACIA UNA NUEVA CONCEPCIÓN

La concepción de la post-ocupación se sustenta en tres principios: escritura como instrumento, permite materializar las ideas objetivando el pensamiento humano. Ortografía como estudio sistemático de la lengua, relacionada exclusivamente con el aprendizaje de la escritura. Ortografía al servicio de la construcción de la lengua escrita, la cual tiende al enriquecimiento significativo de la competencia del hablante.
La escritura como proceso exige la constante revisión del texto producido, la reflexión para hacerlo comprensible y la discusión acerca de la organización de las ideas. Siempre atendiendo a la situación comunicativa.
En dicha concepción se diferencia la escritura significativa, que permite conocer la competencia y desempeño en el proceso de revisión del texto, de la valiosa, que proporciona bienestar, deleite. También se establece la diferencia entre corrección y adecuación. Lo correcto es aquello aceptado por la R.A.E. y lo adecuado tiene en cuenta que es capaz de corregir el alumno y las estrategias empleadas por el docente. Además se opone a la escritura inicial, que implica la representación gráfica de la oralidad, con respecto a la escritura premeditada, que es la reflexión sobre el texto escrito.
El aprendizaje inicial de la ortografía convencional se desarrolla mediante el siguiente proceso: conocimiento del código, toma de conciencia de las posibilidades de error, búsqueda de la información pertinente para subsanar el error, instrumentación de la información obtenida; lo cual contribuye a enriquecer la competencia del escribiente.
La intervención docente consistía en ayudar y orientar al alumno en dicho proceso.

III. USO DE GRAFEMA
La selección de estrategias que realiza el docente parte de las dudas del alumno. En la ejecución de las mismas puede que el docente funcione como informante o que el grupo cumpla dicho rol; pero que también se oriente la búsqueda de información hacia los sistemas de registros utilizados en el aula, entre ellos mural, carteleras.
Las informaciones a suministrar son de tres tipos: puntuales, las cuales permiten subsanar una cierta posibilidad de error en un determinado vocablo; relacionales, establecen una relación entre la grafía desconocida y otras que pudieran conocerse; generalizadoras, permiten establecer una cierta generalización a través de un determinado contexto de aparición.
La conciencia ortográfica se podrá favorecer en la medida en que se presente las posibilidades de error a través de los sistemas de oposición que rigen nuestro código.

IV. ACENTUACIÓN ORTOGRÁFICA

La acentuación ortográfica está orientada según el modelo de paradigma vigente.
Actualmente el aprendizaje ortográfico busca que el escribiente realice un uso adecuado de la tilde. Mientras que tradicionalmente dicho aprendizaje se basó en el concepto de acento, designado a la intensidad del sonido y a la representación gráfica. Esto sostuvo una clasificación de palabras que llevó a confundir dos conceptos: el acento y la tilde.
La enseñanza de la acentuación ortográfica tanto tradicionalmente y en la actualidad se basa en una selección y organización de contenidos.
Tradicionalmente se trabajó en el reconocimiento de la sílaba tónica y en las clases de palabras, según la sílaba tónica y las reglas del uso de la tilde.
Actualmente se busca un aprendizaje basado en un enfoque más lógico y reflexivo del niño frente a los saberes del campo ortográfico. Siendo así surge una clasificación de palabras divididas en dos grandes grupos: las palabras átonas y las tónicas. Dentro de estas últimas están: con dos acentos y con un solo acento. Referente a la acentuación se desarrolla diez reglas ortográficas del uso de la tilde en la lengua castellana facilitando el aprendizaje de la misma.


V. USO DE SIGNOS DE PUNTUACIÓN

Dentro del área del conocimiento ortográfico se orienta hacia el uso de los signos de puntuación, buscando una relación entre los multiples aspectos involucrados en el estudio sistemático de la lengua. Tiene como propósito que los alumnos manejen adecuadamente los signos al servicio de la lengua escrita. Esta estudia los problemas propios de su didáctica y se basa en una selección y organización de contenidos.
En base a esa selección podemos orientarnos acerca del aprendizaje en los años iniciales dentro del área de grafemas y de la acentuación ortográfica.
Posteriormente la enseñanza se basa en el uso de los signos de puntuación.
La aproximación de la didáctica de la lengua escrita permite pensar y orientar un adecuado uso de los signos en la escritura, desarrollando y tomando conciencia de los conocimientos de la lengua. Como objetivo principal se destaca alcanzar el desarrollo de las macrohabilidades en el alumno y así formar un sujeto autónomo y conciente de su contexto sociocultural.


A MODO DE CONCLUSIÓN:

A modo de conclusión se puede destacar que la ortografía debe aparecer como objeto de conocimiento en nuestras aulas en el momento en que se inicia el proceso de alfabetización, siendo los primeros años de la educación formal, fundamentales para el seguimiento del proceso enseñanza y aprendizaje, ya que es la base para su desarrollo efectivo, teniendo como meta lograr un escribiente autónomo. Para ello es importante la selección y organización de los contenidos a trabajar en el área ortográfica de la lengua.
Haber realizado una lectura minuciosa de la obra y luego aplicado la técnica de estudio “resumen” nos resultó muy provechoso para la ampliación de los conocimientos necesarios en la docencia y en la vida cotidiana. Ya que de acuerdo al autor es necesario que los futuros docentes y docentes, en sus prácticas de aula, tiendan hacia una didáctica del aprendizaje reflexivo en cuanto a qué estrategias utilizar y qué actividades aplicar, como forma de lograr que el alumno se convierta en escribiente autónomo, objetivo primordial.

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